Ahora todo tiene sentido.
Si eres un apasionado de los videojuegos en PC, es probable que hayas notado un patrón común en la mayoría de los juegos: la configuración de movimiento predeterminada utiliza las teclas WASD en lugar de las teclas direccionales o cualquier otra opción.
Como recuerda Hard Zone, en los primeros días de los videojuegos en PC, las teclas direccionales eran la elección lógica para el movimiento de los personajes. Sin embargo, con el tiempo, los desarrolladores se dieron cuenta de que esta configuración resultaba incómoda cuando los jugadores necesitaban realizar acciones adicionales, como saltar o disparar.
La transición hacia el uso de las teclas WASD para el movimiento se produjo en parte gracias al juego Dark Castle de 1986. En ese momento, se decidió adoptar las teclas WASD porque al colocar la mano sobre ellas, el dedo pulgar quedaba convenientemente ubicado justo encima de la barra espaciadora. Esta disposición facilitaba la asignación de funciones, como saltar, al mismo tiempo que se movía al personaje.
Half-Life marcó la era
Sin embargo, fue en 1998 con el lanzamiento del icónico Half-Life que las teclas WASD se estandarizaron como la configuración predeterminada para el movimiento en los juegos. Estas teclas se combinaban con otras, como la barra espaciadora para saltar, el SHIFT para correr y el CTRL para agacharse.
Todas estas teclas quedaban fácilmente accesibles cuando los dedos descansaban sobre las teclas WASD. En ese momento, el ratón se utilizaba para girar la cámara, apuntar y disparar.
A pesar de esta transición hacia las teclas WASD, algunos juegos todavía ofrecían las teclas direccionales como una alternativa para el movimiento, como se puede observar en Half-Life. Sin embargo, con el tiempo, esta alternativa se volvió menos común a medida que las teclas WASD se consolidaron como la opción preferida.
Además, las teclas WASD son convenientes porque permiten un fácil acceso a otras teclas importantes del teclado, como la barra espaciadora, el SHIFT, el ALT, el Tabulador y el CTRL. También dejan espacio para las teclas numéricas 1-4, E, R, Q y F, lo que facilita la asignación de habilidades y comandos adicionales en juegos más complejos.
